top of page
Search

Carta del Arzobispo


Queridos hermanos y hermanas,

La pandemia de coronavirus sigue planteando nuevos retos para todos nosotros. Hoy nos encontramos en una época de crisis gemelas: la peor crisis de salud pública mundial de nuestras vidas y la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Sin embargo, en todo el mundo estamos unidos en el propósito común de cuidar a los enfermos, buscar una cura y elevar el espíritu humano.

Como cristianos que aún vivimos en el mundo, experimentaremos todo tipo de pruebas y tribulaciones. Los sufrimientos de Cristo no nos eximen de sufrir nosotros mismos; pero sus sufrimientos vistos a la luz de su Resurrección dan sentido y esperanza a los nuestros. Y así, incluso el sufrimiento no nos quita la alegría de la futura promesa de nuestra propia Resurrección.

La Pascua nos convence no sólo de que Jesús ha resucitado, sino de que nosotros también resucitaremos. Nuestra fe cristiana nace no tanto de la aceptación de una doctrina sino del encuentro con una persona, con Cristo, una vez muerto pero ahora resucitado.

Para nosotros, vivir en Cristo significa que nunca permitiremos que las cosas de este mundo nos distraigan del verdadero propósito y objetivo de nuestra existencia. Debemos buscar hacer la voluntad de Dios en todas las cosas, incluso en las aparentemente más mundanas. Pero hacer la voluntad de Dios y seguir los mandamientos no nos priva de la alegría, sino que es lo que hace posible la verdadera alegría.

Aunque sé que algunos no podrán contribuir dado el impacto económico que esta pandemia está teniendo en ustedes y en sus finanzas, rezo para que aquellos que puedan continuar apoyando a sus parroquias lo hagan. Su apoyo es vital para el trabajo ministerial de su parroquia. Por favor, considere hacer una donación en línea a través del sitio web de su parroquia o de esta Página de Ofertorio Universal en Línea. ¡Su parroquia le necesita!

Como muchos siguen siendo afectados por los efectos del coronavirus, la gente está sufriendo. Por favor, únase a mí ayudando a los más necesitados durante este difícil momento haciendo una donación al Fondo de Emergencia del Coronavirus. Saldremos adelante, pero debemos hacerlo juntos.

La alegría es una señal de que hemos estado con el Señor. Y esta alegría viene no sólo de seguir la ley de Dios, sino también de conocer a Dios en su hijo Jesucristo. Viene de experimentar su misericordia y gracia y de compartir su vida divina. Nuestro testimonio será mucho más creíble si es alegre - nuestra alegría permite a Dios sonreír a través de nosotros y así - incluso en este tiempo de crisis sanitaria y económica - traer una esperanza renovada al mundo.

Les invito a seguir visitando nuestro sitio web, www.miamiarch.org, para obtener información actualizada, transmisión en directo de las liturgias y otros recursos.

Tengan la seguridad de mis continuas oraciones por ustedes y sus seres queridos.

Sinceramente suyo en Cristo, El Reverendo Thomas G. Wenski Arzobispo de Miami

26 views0 comments

Recent Posts

See All
bottom of page